''Discurso: El suicidio en México''
Por Daniel Alberto González Plascencia.
El suicidio en México.
Exordio:
“El suicidio es la peor especie de asesinato, porque no deja lugar al arrepentimiento.”
John Churton Collins
¿El suicidio es una opción cuando piensas que ya no hay más caminos por seguir? ¿Realmente es necesario llegar a este punto cuando te sientes por los suelos?
La vida no siempre es sencilla, nuestros padres nos enseñaron a ser fuertes y hacer el bien, pero no a todos los enseñaron a como superar los problemas que trae consigo el mundo real.
Hay que tener el valor de enfrentarlos, luchar contra ellos, de analizar todas las herramientas al alcance para poder superar cualquier condición; expresar a algún amigo de confianza los pensamientos y los sentimientos que se tienen, para no quedarse con todo en el interior.
Desarrollo:
El suicidio es el acto por el que una persona de forma deliberada se provoca la muerte. Por lo general es consecuencia de la desesperación derivada o atribuible a una enfermedad física, una enfermedad mental —como la depresión, el trastorno bipolar, la esquizofrenia o trastornos de la personalidad— el alcoholismo o el abuso de sustancias.
A nivel mundial, los suicidios han crecido en un 60 por ciento, en los últimos 45 años, según la OMS. Durante 2016, se registraron en el país 6,291 suicidios, lo que representa una tasa de 5.1 suicidios por cada 100,000 habitantes, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), es decir, unos 17 diarios, ¿se pueden imaginar? en un día como el de hoy, 17 personas se han suicidado o están a punto de hacerlo; el 81.3% de ellos (5 mil 116) fueron cometidos por hombres.
Son las mujeres quienes realizan más intentos de suicidio, pero los varones utilizan métodos más drásticos para morir, en comparación con las mujeres, de ahí que la tasa de muerte por esta causa sea más elevada en este grupo poblacional.
Exordio:
“El suicidio es la peor especie de asesinato, porque no deja lugar al arrepentimiento.”
John Churton Collins
¿El suicidio es una opción cuando piensas que ya no hay más caminos por seguir? ¿Realmente es necesario llegar a este punto cuando te sientes por los suelos?
La vida no siempre es sencilla, nuestros padres nos enseñaron a ser fuertes y hacer el bien, pero no a todos los enseñaron a como superar los problemas que trae consigo el mundo real.
Hay que tener el valor de enfrentarlos, luchar contra ellos, de analizar todas las herramientas al alcance para poder superar cualquier condición; expresar a algún amigo de confianza los pensamientos y los sentimientos que se tienen, para no quedarse con todo en el interior.
Desarrollo:
El suicidio es el acto por el que una persona de forma deliberada se provoca la muerte. Por lo general es consecuencia de la desesperación derivada o atribuible a una enfermedad física, una enfermedad mental —como la depresión, el trastorno bipolar, la esquizofrenia o trastornos de la personalidad— el alcoholismo o el abuso de sustancias.
A nivel mundial, los suicidios han crecido en un 60 por ciento, en los últimos 45 años, según la OMS. Durante 2016, se registraron en el país 6,291 suicidios, lo que representa una tasa de 5.1 suicidios por cada 100,000 habitantes, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), es decir, unos 17 diarios, ¿se pueden imaginar? en un día como el de hoy, 17 personas se han suicidado o están a punto de hacerlo; el 81.3% de ellos (5 mil 116) fueron cometidos por hombres.
Son las mujeres quienes realizan más intentos de suicidio, pero los varones utilizan métodos más drásticos para morir, en comparación con las mujeres, de ahí que la tasa de muerte por esta causa sea más elevada en este grupo poblacional.
En relación con la edad, en México, los jóvenes varones entre 20 y 24 años, y las mujeres entre 15 y 19 años son los que más frecuentemente se suicidan, principalmente por problemas familiares, amorosos, depresión, ansiedad, abuso del alcohol y drogas, entre otras.
No hay necesidad de que exista una enfermedad mental para que una persona induzca el suicidio, ya que generalmente son problemas afectivos, problemas académicos, conflictos de personalidad, problemas laborales y problemas personales fuertes en general, que provocan a la persona tener un pensamiento suicida. En México estas son las causas más comunes de suicidio, los problemas laborales y los problemas personales, así como la pérdida de familiares muy queridos, ya que estas situaciones derivan en una depresión, que va creciendo poco a poco debido a que las personas se guardan estos sentimientos.
El rasgo más común entre las personas que se suicidan es al menos un intento previo para lograrlo. Por lo tanto, uno de los métodos más eficaces de prevención del suicidio es permanecer alerta ante la manifestación de deseos o planes de muerte y, de presentarse alguno, comunicarlos con alguien cercano o con personal médico calificado.
Los estados donde se presentan más casos por número de habitantes son Chihuahua, Campeche, Aguascalientes y Quintana Roo. La mayoría sucede dentro de la vivienda particular: 7 de cada 10 personas elige morir en casa en vez de en un lugar público y las afectaciones suelen ser menores en esos casos.
El problema en México es la imagen negativa, el estigma y los mitos que la sociedad tiene de las personas con problemas de salud mental y problemas personales; continúa siendo una barrera para que estas expresen su situación y busquen la ayuda de un profesional. Menos de 10 por ciento de los pacientes a nivel nacional con algún trastorno mental recibe atención, en parte por el estigma, aunque no se deja de lado otros problemas que dificultan el acceso a la atención.
Se deben eliminar estos estigmas sociales que tanto afectan, ya que esto provoca que las personas afectadas no quieran tratarse, y por el contrario, guardan lo que sienten, se encierren en su propio ''mundo'', donde terminan viendo al suicidio como la solución final a sus problemas.
Las personas que eligen quitarse la vida han existido desde el origen de la humanidad. Por lo tanto, el suicidio no es algo que pueda explicarse sólo en relación con una época o con el cambio de las condiciones de vida. Sin embargo, es innegable que es un problema en crecimiento.
Los suicidios en lugares públicos, como una estación de metro, generalmente obedecen a una solución impulsiva a una crisis. Es decir, de ser asistidos por alguien en el momento adecuado, las personas decidirían por no arrojarse a las vías. Los suicidios en lugares privados, por el contrario, requieren de una red de apoyo personal.
Lo importante en ambos casos es poder comunicar y atender con profesionales los sentimientos negativos (que algunas veces tienen bases químicas o anatómicas) que nos hacen perder el interés por la vida.
Epílogo:
Como ya fue comentado en distintas ocasiones, pero que debe quedar muy claro, hay que vencer los tabúes para poder hablar con alguien, o escuchar a alguien, sobre estos sentimientos y poder conseguir ayuda especializada.
Como sociedad, hay que invertir en la prevención y el tratamiento adecuados de la depresión y del abuso de alcohol y de sustancias, pues hacerlo reduce las tasas de suicidio, al igual que se debe de realizar un seguimiento de quienes han intentado suicidarse.
¿Vale la pena abandonar esta vida y dejar a tus seres queridos deseando haber vivido más momentos a tu lado? Antes de tomar una decisión tan fuerte, piensa en todos los que te rodean, en las personas que te aman.
“Abandonarse al dolor sin resistir, suicidarse para sustraerse de él, es abandonar el campo de batalla sin haber luchado.” -Napoleón Bonaparte.
No hay necesidad de que exista una enfermedad mental para que una persona induzca el suicidio, ya que generalmente son problemas afectivos, problemas académicos, conflictos de personalidad, problemas laborales y problemas personales fuertes en general, que provocan a la persona tener un pensamiento suicida. En México estas son las causas más comunes de suicidio, los problemas laborales y los problemas personales, así como la pérdida de familiares muy queridos, ya que estas situaciones derivan en una depresión, que va creciendo poco a poco debido a que las personas se guardan estos sentimientos.
El rasgo más común entre las personas que se suicidan es al menos un intento previo para lograrlo. Por lo tanto, uno de los métodos más eficaces de prevención del suicidio es permanecer alerta ante la manifestación de deseos o planes de muerte y, de presentarse alguno, comunicarlos con alguien cercano o con personal médico calificado.
Los estados donde se presentan más casos por número de habitantes son Chihuahua, Campeche, Aguascalientes y Quintana Roo. La mayoría sucede dentro de la vivienda particular: 7 de cada 10 personas elige morir en casa en vez de en un lugar público y las afectaciones suelen ser menores en esos casos.
El problema en México es la imagen negativa, el estigma y los mitos que la sociedad tiene de las personas con problemas de salud mental y problemas personales; continúa siendo una barrera para que estas expresen su situación y busquen la ayuda de un profesional. Menos de 10 por ciento de los pacientes a nivel nacional con algún trastorno mental recibe atención, en parte por el estigma, aunque no se deja de lado otros problemas que dificultan el acceso a la atención.
Se deben eliminar estos estigmas sociales que tanto afectan, ya que esto provoca que las personas afectadas no quieran tratarse, y por el contrario, guardan lo que sienten, se encierren en su propio ''mundo'', donde terminan viendo al suicidio como la solución final a sus problemas.
Las personas que eligen quitarse la vida han existido desde el origen de la humanidad. Por lo tanto, el suicidio no es algo que pueda explicarse sólo en relación con una época o con el cambio de las condiciones de vida. Sin embargo, es innegable que es un problema en crecimiento.
Los suicidios en lugares públicos, como una estación de metro, generalmente obedecen a una solución impulsiva a una crisis. Es decir, de ser asistidos por alguien en el momento adecuado, las personas decidirían por no arrojarse a las vías. Los suicidios en lugares privados, por el contrario, requieren de una red de apoyo personal.
Lo importante en ambos casos es poder comunicar y atender con profesionales los sentimientos negativos (que algunas veces tienen bases químicas o anatómicas) que nos hacen perder el interés por la vida.
Epílogo:
Como ya fue comentado en distintas ocasiones, pero que debe quedar muy claro, hay que vencer los tabúes para poder hablar con alguien, o escuchar a alguien, sobre estos sentimientos y poder conseguir ayuda especializada.
Como sociedad, hay que invertir en la prevención y el tratamiento adecuados de la depresión y del abuso de alcohol y de sustancias, pues hacerlo reduce las tasas de suicidio, al igual que se debe de realizar un seguimiento de quienes han intentado suicidarse.
¿Vale la pena abandonar esta vida y dejar a tus seres queridos deseando haber vivido más momentos a tu lado? Antes de tomar una decisión tan fuerte, piensa en todos los que te rodean, en las personas que te aman.
“Abandonarse al dolor sin resistir, suicidarse para sustraerse de él, es abandonar el campo de batalla sin haber luchado.” -Napoleón Bonaparte.